1.- Antecedentes de la Revolución Mexicana.
La Revolución mexicana fue una lucha sin precedentes en la que los
mexicanos pugnaron por establecer condiciones de igualdad ante un
régimen –el porfirista– que los había mantenido dominados y marginados, y
que había abierto la brecha social entre clases altas y bajas de una
manera incisiva. La Revolución en nuestro país se inició el 20 de
noviembre de 1910, y como muchos procesos, tuvo diversas coyunturas,
entre ellas, que Porfirio Díaz permitiera la creación de partidos
políticos. La actuación de Francisco I. Madero fue también determinante
para el inicio de esta lucha revolucionaria, así como el hartazgo de las
clases
sociales desfavorecidas,
Las opiniones en torno a qué hacer con nuestra Carta Magna, en el fondo, siguen siendo las mismas que por tradición se siguen en México. La mayoría de los juristas, en una perspectiva muy conservadora, piensa que la Constitución no debe cambiarse por otra y, también en una mayoría, juzgan que, antes que cambiarla por otra, debe acabar de cumplirse así como está. Muchos políticos, en cambio, proponen una nueva Constitución y siempre aceptan que mucho de lo que es avanzado en ella debe conservarse. Porfirio Muñoz Ledo ha propuesto, incluso, que la nueva Constitución sea obra de un nuevo Congreso Constituyente al que convoquen todas las fuerzas políticas del país. Eso, ha dicho, le dará a la nueva Carta Magna un nimbo de autoridad.
Para muchos juristas, la Constitución surge de una situación de ruptura social, política y cultural. Todas nuestras constituciones, por ejemplo, han sido originadas por la violencia. Pero se da el caso, también, de constituciones que, siendo fruto de una situación de ruptura, son, empero, resultado de un pacto entre las diferentes fuerzas políticas. Naturalmente que del pacto debe resultar un Congreso Constituyente que elabore la nueva Carta Magna. En realidad, siempre se requiere de un pacto para hacer una nueva Constitución, incluso cuando se sale de una situación de violencia; es más, ella misma no puede sino concebirse como un nuevo pacto en la sociedad, el más alto de todos.
Ahora bien, que la Constitución sea un pacto implica de suyo que será observada y cumplida. Ya como acuerdo vigente, cualquier violación o inobservancia de la misma será considerada (o debiera) como una ruptura del pacto. Lo que da lugar a la idea, de origen russoniano, de que el pacto fundador es un acto en continua renovación y reivindicación. ¿Qué sucede entonces, en una situación como la de México, en que la Constitución es continuamente violada o deja de observarse? Muchas veces se hace, incluso, a través de las leyes, dictando en ellas disposiciones que son contrarias a la Carta Magna, como lo es, por ejemplo, la reciente reforma laboral o diversas disposiciones reglamentarias en materia energética y petrolera.
sociales desfavorecidas,
Elecciones presidenciales de 1910
Estas elecciones van a ser muy recordadas debido a que se trató de un
momento que fue aprovechado para derrocar al Porfiriato y hacer estallar
la Revolución mexicana. Las elecciones presidenciales se realizaron en
dos jornadas, el 26 de junio de 1910 y el 1 de julio de ese mismo año.
Después de la entrevista que Creelman le realizó a Díaz y de la
efervescencia social y política que esta había creado en la sociedad,
los mexicanos por fin vieron una luz al final del túnel. Evidentemente,
esta luz significó la esperanza de tener después de más de 25 años unas
elecciones limpias y abiertas que tomaran en cuenta al pueblo, que era
el que finalmente esperaba beneficiarse. Por otro lado, la argumentación
social y democrática que abiertamente se discutía en los círculos más
críticos de la época apuntaba a la necesidad de terminar con un régimen
autoritario como el de Díaz.
2.- Etapas del movimiento armado:
A) Maderismo.- Por sus ideales políticos, uno de los personajes más
importantes al final del periodo de Díaz fue sin lugar a dudas Francisco
I. Madero –de extracción social acomodada, pues era uno de los mayores
hacendados del norte del país–, quien se convirtió en el líder de la
Revolución mexicana, a pesar de las condiciones en las que
desesperadamente el Porfiriato trataba de mantenerse. Gracias a un
periodismo crítico, un hartazgo social y un fuerte impulso de cambio de
los mexicanos, la lucha armada dio inicio a una nueva etapa del México
moderno, como veremos más adelante.
Campaña presidencial de Madero
Como analizamos en el tema anterior, la expectativa de la posibilidad de
un nuevo gobierno era grande entre los mexicanos de inicios del siglo
xx. En la creación de partidos políticos y en los trabajos electorales
Madero tuvo una participación contundente, que por sus consecuencias
definió el rumbo del país.
De esta manera, en 1909 comenzó a funcionar el Partido Nacional
Antirreeleccionista en cuyo interior encontramos a personas de avanzada
intelectual como el político y profesor Emilio Vázquez Gómez
(1858-1926), los abogados y políticos Toribio Esquivel Obregón
(1864-1946), José Vasconcelos (1882-1959), Luis Cabrera Lobato
(1876-1954) y el mismo Francisco I. Madero.
B) Huertismo
Mediante el Pacto de la Embajada o de la Ciudadela, Victoriano Huerta
asumió la presidencia provisional el 22 de febrero de 1913. Este
personaje tuvo una importancia fundamental debido a la forma en la que
arribó al poder –mediante un golpe militar– y porque también adoptó una
postura dictatorial como forma de gobierno, para lo cual se valió casi
de las mismas medidas represivas de Porfirio Díaz: corrupción, amenazas,
desapariciones, asesinatos, y una vez que había eliminado a los
enemigos que tanto le estorbaban, asumió finalmente el control de las
instituciones de gobernación, hacienda y, por supuesto, del aparato
militar.
Gobierno de Victoriano Huerta.- Uno de los ejemplos de la crueldad y el
despotismo que sembró Huerta durante su periodo presidencial fue el
artero asesinato del médico y político Belisario Domínguez (1863-1913),
quien en aquel entonces era senador por Chiapas y criticaba fuertemente a
Huerta. Lo acusaba de la detención, el sometimiento y la muerte de
Madero y Pino Suárez, por lo que el presidente mandó a que lo
martirizaran y asesinaran en octubre de
1913.
Desde un inicio, Huerta encontró al país completamente convulsionado
socialmente, debido a la participación ya temprana de Venustiano
Carranza (1859-1920) y su llamada Revolución Constitucionalista
–conformada también por personajes como Francisco Villa, Álvaro Obregón
(1880-1928), entre otros–, la cual pretendía restablecer el elemento
constitucional que Huerta con su golpe habría quebrado y violado.
Por otro lado, los Estados Unidos voltearon la espalda a Huerta debido a
que lo culpaban por la crisis social y política que atravesaba el país y
por las arbitrariedades que estaba cometiendo en su tirano gobierno.
C) Convención de Aguascalientes
Carranza y Villa habían tenido dificultades desde que se conocieron.
Esta discordia obedecía a diferentes perspectivas, intereses, orígenes
sociales, personalidades y, aun, el trato hacia sus ejércitos: Villa
ejercía un gran control sobre el suyo. En cambio, Carranza permitía
grandes desórdenes para ganarse la adhesión de sus soldados. Entre ellos
se daba una fuerte lucha por el poder, sin embargo se argumenta que
cuando Villa luchó con su gente por la causa de Madero, permaneció fiel a
su gobierno. Villa había insistido en que no deseaba gobernar el país.
Un motivo más de conflicto entre ellos se suscitó debido a la toma de
Zacatecas por la División del Norte, batalla que significó el triunfo
del Ejército Constitucionalista sobre Huerta.
En julio de 1914, se reunieron delegaciones de la División del Norte y
de la División del Noreste para resolver algunas dificultades entre los
jefes de la División del Norte y el Primer Jefe del Ejército
Constitucionalista. Este encuentro, llamado Pacto de Torreón, logró
algunos acuerdos entre los representantes de esas dos delegaciones.
Éstos fueron comunicados al Primer Jefe coahuilense. Se solicitaba la
realización de una convención para establecer un programa de gobierno
que llevaría a cabo quien fuera presidente electo, y también solicitaban
modificaciones al Plan de Guadalupe (que otorgaba a Carranza el cargo
de presidente interino al triunfo del constitucionalismo) para que se le
excluyera como posible candidato a la presidencia.
Al llegar Carranza a la Ciudad de México, planeó una convención formada
por los generales constitucionalistas para el primero de octubre en esta
misma ciudad, pero ésta no era la convención solicitada por el Pacto de
Torreón, pues se llevaría a cabo solamente con gente de su confianza.
Ante esta situación, Villa lanzó en septiembre un manifiesto al pueblo
de México. En él expresaba lo siguiente: el gobierno democrático que
Carranza estableciera debería incluir reformas “económico-sociales”.
Además, explicaba que éste no estaba apegándose a la letra del Plan de
Guadalupe.
Cambios y reformas a nuestra carta magna
El debate en torno al
tema de la reforma de la Constitución es un fenómeno que tiende a ser
permanente, por la sencilla razón de que nuestro máximo código político
permite su adición o su reforma, no obstante que sigue habiendo quienes
consideran que es una Constitución
Ya en otras ocasiones me he referido al punto: las discusiones en
torno al mencionado tema de la reforma o el cambio de la Constitución
resultan repetitivas e improductivas. Algunas veces se opina que la
misma debe ser cambiada a fondo (Diego Valadés ha llegado a hablar de rígida(según el paradigma, bastante antojadizo, de James Bryce). De acuerdo con el artículo 135 de la propia Carta Magna, ella
puede ser adicionada o reformadasi lo decide el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de las dos cámaras del Congreso de la Unión y tiene la aprobación de la mayoría de las legislaturas locales. No pone ninguna limitación ni impone excepción alguna para reformarla. Estando a su letra, toda ella puede ser cambiada, siguiendo el procedimiento establecido.
refundaciónde la Carta Magna) porque ya no responde a las necesidades del país; otras veces se sigue insistiendo en que se trata de una norma que no es respetada y que en muchas de sus materias no se cumple; también se aventura la hipótesis de que es obsoleta y, asimismo, llega a afirmarse que, así como está, está bien y no debe tocársele. Todo ello pese al hecho evidente de que la Constitución ha sido manoseada hasta el exceso y ya no es, en muchas de sus partes, la misma de 1917. Lleva ya más de 530 modificaciones.
Las opiniones en torno a qué hacer con nuestra Carta Magna, en el fondo, siguen siendo las mismas que por tradición se siguen en México. La mayoría de los juristas, en una perspectiva muy conservadora, piensa que la Constitución no debe cambiarse por otra y, también en una mayoría, juzgan que, antes que cambiarla por otra, debe acabar de cumplirse así como está. Muchos políticos, en cambio, proponen una nueva Constitución y siempre aceptan que mucho de lo que es avanzado en ella debe conservarse. Porfirio Muñoz Ledo ha propuesto, incluso, que la nueva Constitución sea obra de un nuevo Congreso Constituyente al que convoquen todas las fuerzas políticas del país. Eso, ha dicho, le dará a la nueva Carta Magna un nimbo de autoridad.
Para muchos juristas, la Constitución surge de una situación de ruptura social, política y cultural. Todas nuestras constituciones, por ejemplo, han sido originadas por la violencia. Pero se da el caso, también, de constituciones que, siendo fruto de una situación de ruptura, son, empero, resultado de un pacto entre las diferentes fuerzas políticas. Naturalmente que del pacto debe resultar un Congreso Constituyente que elabore la nueva Carta Magna. En realidad, siempre se requiere de un pacto para hacer una nueva Constitución, incluso cuando se sale de una situación de violencia; es más, ella misma no puede sino concebirse como un nuevo pacto en la sociedad, el más alto de todos.
Ahora bien, que la Constitución sea un pacto implica de suyo que será observada y cumplida. Ya como acuerdo vigente, cualquier violación o inobservancia de la misma será considerada (o debiera) como una ruptura del pacto. Lo que da lugar a la idea, de origen russoniano, de que el pacto fundador es un acto en continua renovación y reivindicación. ¿Qué sucede entonces, en una situación como la de México, en que la Constitución es continuamente violada o deja de observarse? Muchas veces se hace, incluso, a través de las leyes, dictando en ellas disposiciones que son contrarias a la Carta Magna, como lo es, por ejemplo, la reciente reforma laboral o diversas disposiciones reglamentarias en materia energética y petrolera.
Linea del tiempo- los cambios que a tenido nuetra constitucion desde sus antecedentes a la fecha |
El Gobierno Carrancista.
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El Pacto de la Embajada tiene como contexto la Decena Trágica, que fue
el periodo de poco más de diez días en el que un grupo de sublevados se
levantaron en armas contra el gobierno de Francisco I. Madero.
Este episodio culminó con el asesinato del presidente Madero y el vicepresidente Pino Suárez y la ascensión a la presidencia de Victoriano Huerta mediante el Pacto de la Embajada.
Cuando Madero y Pino Suárez fueron hechos prisioneros, el embajador de Estados Unidos, Henry Lane Wilson, ofreció a Victoriano Huerta y a Félix Díaz (opositores de Madero) el edificio de la embajada norteamericana para que llegaran a acuerdos finales, en lo que se llamó el Pacto de la Embajada, firmado el 18 de febrero de 1913.
En este pacto se desconocía al gobierno de Madero y se establecía que Huerta asumiría la presidencia provisional antes de 72 horas, con un gabinete integrado por reyistas y felicistas; que Félix Díaz no tendría ningún cargo para poder contender en las elecciones; que notificarían a los gobiernos extranjeros el cese del ejecutivo anterior y el fin de las hostilidades.